LiderazgoMercado Laboral

SOLO UN 6% DE LOS ESPAÑOLES HA RECIBIDO UNA PROPUESTA DE ASCENSO A PESAR DE HABER ASUMIDO RESPONSABILIDADES ADICIONALES DURANTE EL ÚLTIMO AÑO.

  • Según el estudio Cigna International HealthStudy, solo el 45 % de los españoles afirma sentirse comprendido por sus superiores, siendo la falta de engagement uno de los grandes retos de las organizaciones.
  • Además, el 25 % señala no haber recibido ningún tipo de reconocimiento por parte de sus responsables, y apenas un 13 % obtuvo un aumento salarial basado en méritos durante el último año.
  • La implementación de una estrategia de liderazgo positivo requiere de políticas transparentes de reconocimiento y recompensa basadas en el mérito.
  • Los expertos Cigna Healthcare recomiendan reforzar fortalecer el compromiso, mejorar la retención del talento y consolidar una cultura organizacional que combine bienestar y resultados.

La falta de engagement y el absentismo son dos de los grandes desafíos de los entornos profesionales que obligan a adoptar estrategias que potencien el liderazgo positivo. Según el Cigna International HealthStudy, uno de cada cuatro españoles considera que su esfuerzo no ha sido valorado adecuadamente y solo un 13 % obtuvo un aumento salarial basado en méritos durante el último año. Tanto es así que solo el 6% de los empleados españoles afirma haber recibido una propuesta de ascenso, a pesar de haber asumido responsabilidades adicionales. Adicionalmente, solo un 45% afirma ser comprendido por su responsable, unos datos que, sin duda, reflejan la falta de valoración y comprensión que sienten los empleados en el desarrollo de su trabajo diario.

Frente a esta realidad se hace necesario fomentar un liderazgo positivo y rediseñar los mecanismos de retribución en los que, además de retribución económica, se incluya una retribución emocional. La implementación de una estrategia de liderazgo positivo requiere de políticas transparentes de reconocimiento y recompensa basadas en el mérito, integrando parámetros que equilibren los resultados con el bienestar, estableciendo canales que fomenten una comunicación abierta, transparente y bidireccional, así como la formación continua de los mandos para desarrollar habilidades de empatía y apoyo efectivo. Este enfoque contribuye a fortalecer el compromiso, mejorar la retención del talento y consolidar una cultura organizacional que combine bienestar y resultados, elementos esenciales para garantizar la sostenibilidad y competitividad a largo plazo.

“Transformar las dinámicas de un liderazgo positivo no solo pasa por formar mejor a quienes lideran, sino por revisar qué tipo de comportamientos estamos validando a través de nuestros sistemas de reconocimiento y promoción. Más allá de impulsar resultados, un liderazgo positivo fomenta culturas laborales donde las relaciones se basan en el respeto, la empatía la claridad y el propósito compartido, el bienestar no es un discurso vacío y el desarrollo del talento no pone en riesgo el equilibrio personal. Lograr ese equilibrio es la única manera de conseguir resultados sostenibles y entornos atractivos en los que nuestros equipos quieren permanecer”, afirma Amira Bueno, directora de recursos humanos de Cigna Healthcare España.

Expertos de Cigna Healthcare, ofrecen una serie de consejos orientados a fortalecer modelos de liderazgo más positivos, capaces de impulsar el bienestar, la motivación y la cohesión dentro de los equipos.

  • Premiar el esfuerzo. Para revertir esta tendencia, las organizaciones deben ir más allá de indicadores operativos e incorporar en las evaluaciones de desempeño directivo parámetros claros y medibles de bienestar, como el nivel de compromiso del equipo, la calidad del clima laboral y la retención del talento. Es fundamental que métricas como tasas de rotación, ausentismo y resultados de evaluaciones de clima laboral condicionen directamente las bonificaciones y promociones.
  • La escucha activa como principal herramienta. Además, implementar programas de mentoring y coaching orientados a desarrollar habilidades de liderazgo saludable, junto con espacios regulares de diálogo entre líderes y equipos, permite ajustar dinámicas y detectar problemas de forma proactiva. Una vía de comunicación abierta y transparente entre empleado y empleador es la mayor prevención ante la incomprensión.
  • Un liderazgo que fomente el bienestar. Comentarios irónicos, silencios estratégicos, exclusiones deliberadas o micro gestos de desprecio conforman un poder implícito que genera inseguridad, desconfianza y fragmentación en los equipos. Para contrarrestar estas dinámicas negativas y avanzar hacia un liderazgo más positivo, es necesario implementar mecanismos efectivos como evaluaciones anónimas periódicas y establecer rotaciones de liderazgo en proyectos para diversificar el acceso al poder.
  • Fomentar una cultura de trabajo y logro en equipo. Recuperar una autoridad sana implica formar líderes que no se amparen en el cargo, sino que construyan legitimidad a través de la coherencia, la empatía y la capacidad de generar sentido. Valorar el trabajo de los equipos y reconocer el esfuerzo compartido es un reconocimiento social que muchas veces es más necesario que el salarial.
  • Establecer planes de crecimiento acorde a los méritos. Es fundamental analizar la cultura organizacional y los sistemas que la sostienen.Para ello, la solución pasa por rediseñar los planes de crecimiento desde la raíz: redefinir los valores organizacionales con participación activa de los equipos, y revisar los criterios de promoción.

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